En 2010, un terremoto de gran intensidad, provoco severos daños en el patrimonio arquitectónico de Chile. Los profesionales encargados de resguardar este patrimonio iniciaron en esa época un proceso de profesionalización inédito, revisando protocolos e intervenciones que se habían realizado después de otros sismos significativos, en particular el de 1985.
Para el vitral, este momento representó el inicio de los estudios de obra. Nuestro laboratorio fue el precursor de este proceso, realizando por primera vez estudio preliminares, programas de conservación y restauración e informes de obra.
Los informes se han transformado en una importante herramienta para el conocimiento en profundidad de las obras y el seguimiento de su preservación y puesta en valor. Este tipo de documentación es un paso obligado en las obras protegidas por la ley 17.288, o la categoría de Inmuebles de conservación históricas.
Gracias al estudio preliminar y el consecuente programa de conservación y restauración, es posible planificar costos y plazos de las obras que serán licitadas o ejecutadas.